Debido a la circunstancia de pandemia mundial que vivimos, diversos medios de comunicación se han hecho eco de noticias que implican que detectives y teletrabajo se han convertido en una relación íntima. Se debe al aumento de contrataciones por parte de los empresarios para controlar a los empleados que no pueden trabajar de forma presencial. ¿Hay algo de cierto en esta información? Veamos.
Detectives y teletrabajo: ¿qué sucede?
Es cierto que las agencias de investigación privada hemos recibido algún que otro encargo relacionado con el control de la actividad de los empleados que, supuestamente, no cumplen su jornada laboral en su puesto en remoto.
También se dice que el contratar a detectives privados para que comprueben que trabajadores en ERTE no realizan otras actividades o fingen falsos positivos para evitar ir al puesto de trabajo es más común. ¿Crees que hay algo de cierto en esto?
Se añade a las informaciones que hay personas que dejan encendido su ordenador en remoto y conectados para simular que trabajan. No obstante, en realidad están haciendo otras actividades relacionadas con el ocio.
La realidad
La realidad dista un poco de estas noticias con titulares demasiado llamativos. Sí que es cierto que algunas empresas han contactado con diferentes agencias pretendiendo proteger sus intereses ante trabajadores que, en remoto, no cumplen con su cometido.
Además, investigar este tipo de casos es complejo, ya que el detective privado ha de tener siempre en cuenta los derechos del investigado. Por lo tanto, no es legal conectarse a su ordenador de forma remota o pinchar en teléfono móvil, entre otras posibles opciones que no se podrían llevar a cabo.
Tampoco se puede afirmar que el detective esté atado de pies y manos a la hora de investigar estos casos. Se pueden acreditar incumplimientos a través de la toma de vídeos, fotografías, localización, realización de informes OSINT, etc. Pero todo ello ha de ser información obtenida de forma lícita en vías públicas, a través de publicaciones en redes sociales del investigado, por ejemplo, etc.
Y todo ello contando con que, según datos y testeo, no se ha demostrado que exista un aumento del control laboral pese a la crisis provocada por la pandemia.
Qué se puede hacer
Obviamente, investigar un posible fraude laboral por medio de teletrabajo es más complicado. El detective tiene menos posibilidades a la hora de analizar el citado fraude.
En este caso, lo ideal es contar con detectives privados especializados en el mundo online. Ello que exige una dedicación especial, hecho este que no limita al profesional a las pruebas que puedan obtener en el exterior.
Entre los métodos más destacados, encontramos a investigadores privados que se han especializado en ciberseguridad, protección de datos, derecho digital, compliance, etc. Es decir, que tienen los conocimientos necesarios para hacer un seguimiento del teletrabajador de acuerdo a ley. Así demuestran con pruebas sólidas ante un tribunal que se ha producido absentismo laboral y fraude.
Sea como fuere, una ciber-investigación ha de complementarse con el seguimiento para demostrar la no presencialidad en el puesto de trabajo, en este caso, de teletrabajo.
Como detectives privados, trabajaremos en asuntos como la huella digital del trabajador. Ya sea obtenida en un ámbito profesional o usando información por medio de Informes OSINT y con pruebas que se puedan lograr en fuentes públicas obtenidas legalmente que demuestren que no se han vulnerado los derechos del individuo. Así es tal y como se estipula en el Estatuto de los Trabajadores.
En nuestra labor de detectives siempre cumpliremos el artículo 20 del Estatuto de los Trabajadores. Esto implica que el empresario pueda tomar medidas de vigilancia y control de los empleados. Y es que el propio Tribunal Supremo nos otorga a los investigadores privados la exclusividad como instrumento de dicho control. Es la fórmula para asegurarse de que el trabajador o teletrabajador cumpla con sus deberes. Así pues, formaremos una unión específica en este sentido.