Es una pregunta muy común. ¿Realmente es fiable el polígrafo? Tiene sus detractores, y también sus defensores. Ahora bien, no sirve como prueba en un juicio, pero sí que puede resultar una herramienta útil para los detectives privados. Veamos.
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El polígrafo: concepto e historia
El origen del polígrafo tiene en su base primera una idea: las emociones de una persona se pueden leer en sus respuestas fisiológicas. Es decir, si alguien siente miedo, aumentarán su ritmo cardiaco y su sudoración. Eso se puede interpretar cuando una persona miente.
Creado hace ahora un siglo, fue William Marston quien se basó en mediciones de la presión sanguínea para crear lo que él llamó la curva del engaño.
Al concepto de Marston se fueron añadiendo los trabajos de otros personajes importantes, como Larson, policía y psiquiatra, que mejoró la versión de su predecesor e introdujo el ritmo respiratorio.
Fue en 1924 cuando el polígrafo empieza a usarse en investigaciones policiales, aunque posteriormente se han añadido mejoras, como la de Keeler, que introdujo la conducción de electricidad de la piel que supuestamente aumenta con una mentira.
El funcionamiento
El polígrafo utiliza dos pruebas diferentes que son las más usadas generalmente, y que se basan en la formulación de preguntas. Su fin es provocar alteraciones emocionales capaces de distinguir si la persona miente o no.
CQT
Es el Control Question Test o Test de la Pregunta Control. Es la que más usa y se basa en la formulación de tres tipos de preguntas:
- Irrelevantes: no ofrecen información importante, por lo que no se activa nada en la persona al contestar.
- Relevantes: tienen relación con la investigación y provocan respuesta y activación fisiológica y emocional.
- Control: son preguntas ambiguas, imprecisas, y se cuestionan de manera que no se puedan contestar de forma negativa sin dudar. No tienen relación con el caso, pero podrían presentar similitudes con el asunto actual a tratar.
GKT
En este caso, hablamos del Guilty Knowledge Test, en referencia al conocimiento mínimo que ha de tener un posible culpable sobre un caso. Por eso se lanzan preguntas con respuestas múltiples, aunque solo una sea la correcta.
En este caso, se juega con la idea de que el culpable sabrá elegir la opción correcta, por lo que habrá una reacción mayor cuando se presente esta posibilidad. Sin embargo, el inocente no tendrá tal conocimiento sobre el caso, por lo que el nivel de activación será menor.
Los límites que presenta el polígrafo
Obviamente, el polígrafo presenta ciertos límites, de ahí que no sea aceptado como prueba en un caso. De hecho, en 2003 se realizó una investigación llevada a cabo por el National Research Concil que llegó a ciertas conclusiones importantes que todavía hoy están vigentes:
- La precisión: no siempre las respuestas fisiológicas responden al engaño, por lo que limita mucho la finalidad del polígrafo.
- Teorías de base: según la ciencia, las teorías científicas sobre las que se asienta el polígrafo son débiles y no están bien definidas.
- Fiabilidad real: aunque las medidas poligráficas pueden tenerse en consideración, no son fiables como prueba y no se pueden generalizar sus resultados.
- Evidencia no realista: o sea, no se ajusta a la realidad que puede tener una investigación en laboratorio.
- Uso inconstante: o sea, se usa cuando las pruebas para incriminar a un sospechoso no son sólidas, aunque los resultados del polígrafo no son contrastables.
- Contramedidas: se puede engañar al polígrafo con contramedidas que limiten las respuestas fisiológicas.
Eficacia real
Respondiendo a la pregunta que titula este artículo: ¿es fiable el polígrafo? La respuesta es que no es 100% fiable, pero, aunque no asegure resultados exactos, sí que se puede utilizar en ciertas circunstancias cuando el profesional así lo considere. Si quieres saber más sobre este polémico asunto, contáctanos clicando aquí.