Prueba del Polígrafo por Detectives Privados

Qué es el polígrafo

Muchos detectives privados usamos la prueba del polígrafo. Y es que, si bien los resultados no se pueden utilizar como prueba en un juicio, sí que son muy útiles para que los profesionales experimentados obtengamos un perfil fisiológico y psicológico de una persona investigada.

El polígrafo detecta los cambios en el sistema nervioso de un individuo. Es decir, analiza los parámetros fisiológicos y detecta variaciones en las pulsaciones del sujeto, en su sudoración, en la tensión arterial o en la respiración.

Esos leves cambios son detalles que, a buen conocedor, resultan significativos para analizar si la persona está mintiendo o no. De esta forma, con la detección de emociones, un buen investigador privado puede analizar y obtener pruebas para solucionar un caso.

prueba de polígrafo

La prueba del polígrafo

Solo los profesionales autorizados tienen potestad para realizar la prueba del polígrafo. Es necesario que sea una persona capacitada para su manejo, por lo que necesita de la certificación que implica la realización de estudios y entrenamiento.

El experto debe examinar de forma previa el caso concreto para analizar los detalles. A partir de ahí, se elabora un cuestionario adecuado al individuo que se someterá a la prueba poligráfica.

El profesional lleva a cabo una entrevista previa para la preparación de la prueba, para conocer al individuo que se va a someter al polígrafo y para asegurarse de que todo es correcto. El resultado del polígrafo se basa en la organización del sistema nervioso y sus funciones. Y es que la neurona recibe, procesa y transmite información, tanto entre ellas como hacia otras células del organismo a través de transmisión sináptica.

La neurona inicia y conduce señales, o sea, impulsos nerviosos, cuyo fin es enviar información. Y eso requiere visibilidad cuando las emociones entran en juego.

Por todo ello, el polígrafo, por medio de sus sensores, analizan estas alteraciones, que son detectadas por los expertos, observando un resultado que será interpretado dependiendo de la credibilidad de la persona y de su forma de actuar durante la prueba.




detective analizando datos de poligrafo

Analizando los datos del polígrafo

Según expertos como el doctor Paul Ekman, distinguimos dos formas de mentir. Una es ocultar una verdad, la otra es falsearla. ¿Qué quiere decir esto? Que a la hora de analizar las pruebas obtenidas con el polígrafo el experto se ha de fijar, además de las reacciones obtenidas durante el proceso, también en las expresiones faciales de la persona que se ha sometido al mismo.

A través de estas técnicas se observa cómo un culpable que está tratando de engañar al polígrafo se delata a sí mismo como autor de los hechos. Todo ello se descubre en detalles que no pasan desapercibidos a buen entendedor, en este caso el experto en investigación privada.

Además de los cambios que se producen en la tensión arterial y demás mientras un individuo pasa la prueba del polígrafo, el detective privado profesional analiza todo tipo de variantes que se producen a su alrededor, desde las citadas expresiones o micro-expresiones hasta las salivaciones, los cambios faciales, las pausas, los deslices al hablar, la inseguridad ante ciertas respuestas…

Todo ello muestra ante un interlocutor avezado una serie de detalles que indican si está mintiendo o está diciendo la verdad. Con esa información, el detective se puede hacer una idea de lo ocurrido, acercándose cada vez más a la verdad, ya que, en muchas ocasiones, la inseguridad y las dudas delatan a las personas que están mintiendo.

Un buen profesional del polígrafo busca tanto el análisis de resultados como que el propio individuo se delate debido a su nerviosismo por el hecho de tener que someterse a este proceso.

Si buscas un buen profesional en el uso del polígrafo, debes contactarnos para que podamos analizar tu caso. Nos pondremos manos a la obra para solucionar tu problema con profesionalidad y prontitud.

¿Es fiable el polígrafo? Los límites que presenta el polígrafo

Es una pregunta muy común. ¿Realmente es fiable el polígrafo? Tiene sus detractores, y también sus defensores. Ahora bien, no sirve como prueba en un juicio, pero sí que puede resultar una herramienta útil para los detectives privados. Veamos.

Obviamente, el polígrafo presenta ciertos límites, de ahí que no sea aceptado como prueba en un caso. De hecho, en 2003 se realizó una investigación llevada a cabo por el National Research Concil que llegó a ciertas conclusiones importantes que todavía hoy están vigentes:

– La precisión: no siempre las respuestas fisiológicas responden al engaño, por lo que limita mucho la finalidad del polígrafo.

– Teorías de base: según la ciencia, las teorías científicas sobre las que se asienta el polígrafo son débiles y no están bien definidas.

Fiabilidad real: aunque las medidas poligráficas pueden tenerse en consideración, no son fiables como prueba y no se pueden generalizar sus resultados.

Evidencia no realista: o sea, no se ajusta a la realidad que puede tener una investigación en laboratorio.

Uso inconstante: o sea, se usa cuando las pruebas para incriminar a un sospechoso no son sólidas, aunque los resultados del polígrafo no son contrastables.

Contramedidas: se puede engañar al polígrafo con contramedidas que limiten las respuestas fisiológicas.

El polígrafo: concepto e historia

El origen del polígrafo tiene en su base primera una idea: las emociones de una persona se pueden leer en sus respuestas fisiológicas. Es decir, si alguien siente miedo, aumentarán su ritmo cardiaco y su sudoración. Eso se puede interpretar cuando una persona miente.

Creado hace ahora un siglo, fue William Marston quien se basó en mediciones de la presión sanguínea para crear lo que él llamó la curva del engaño. Al concepto de Marston se fueron añadiendo los trabajos de otros personajes importantes, como Larson, policía y psiquiatra, que mejoró la versión de su predecesor e introdujo el ritmo respiratorio.

Fue en 1924 cuando el polígrafo empieza a usarse en investigaciones policiales, aunque posteriormente se han añadido mejoras, como la de Keeler, que introdujo la conducción de electricidad de la piel que supuestamente aumenta con una mentira.

El funcionamiento del polígrafo

El polígrafo utiliza dos pruebas diferentes que son las más usadas generalmente, y que se basan en la formulación de preguntas. Su fin es provocar alteraciones emocionales capaces de distinguir si la persona miente o no.

CQT

Es el Control Question Test o Test de la Pregunta Control. Es la que más usa y se basa en la formulación de tres tipos de preguntas:

Irrelevantes: no ofrecen información importante, por lo que no se activa nada en la persona al contestar.
Relevantes: tienen relación con la investigación y provocan respuesta y activación fisiológica y emocional.
Control: son preguntas ambiguas, imprecisas, y se cuestionan de manera que no se puedan contestar de forma negativa sin dudar. No tienen relación con el caso, pero podrían presentar similitudes con el asunto actual a tratar.

GKT

En este caso, hablamos del Guilty Knowledge Test, en referencia al conocimiento mínimo que ha de tener un posible culpable sobre un caso. Por eso se lanzan preguntas con respuestas múltiples, aunque solo una sea la correcta.

En este caso, se juega con la idea de que el culpable sabrá elegir la opción correcta, por lo que habrá una reacción mayor cuando se presente esta posibilidad. Sin embargo, el inocente no tendrá tal conocimiento sobre el caso, por lo que el nivel de activación será menor.

Prueba del Polígrafo: Precios

800€+IVA

Si la prueba del polígrafo se realiza en Madrid

1.200€+IVA

Si la prueba del polígrafo se realiza en cualquier punto de España excepto Madrid

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