¿Por qué unos padres podrían encargar a un detective privado un seguimiento de los hijos? En realidad, los motivos son muy diversos. Veamos en qué condiciones puede suceder tal situación.
El seguimiento de los hijos
Puede pasar en cualquier momento, pero es cierto que la mayor preocupación de unos padres por sus hijos suele llegar cuando estos encaran la adolescencia. No siempre es fácil aceptar la libertad que estos niños demandan, sus elecciones de amistades, etc.
A partir de cierta edad, los hijos hacen salidas nocturnas, pueden cambiar de amigos o comenzar a demostrar conductas que contrarían a sus padres porque provocan que se reduzca su rendimiento académico, por ejemplo, entre otras cosas.
Si es tu caso y algo te preocupa, puede ser una buena idea vigilar a los hijos a través de la labor de un detective privado profesional con experiencia en este tipo de labores.
¿Tu hijo realmente duerme en casa de un amigo, o se ha ido a un concierto? ¿Afirma que no bebe o no toma ciertas sustancias, pero tienes serias dudas al respecto? ¿Su conducta se ha vuelto más errática, irreconocible, agresiva o distraída y no entiendes qué puede estar pasando?
Cuándo contratar a un detective para seguir a los hijos
Entonces, ¿cuándo es interesante hacer un seguimiento a los hijos por parte de un investigador privado? Aquí van algunas razones por las que muchos padres preocupados cuentan con nuestros servicios:
- Por responsabilidad civil subsidiaria: algunos padres tienen miedo de que la actitud del menor suponga un problema serio para el patrimonio familiar.
- Por constantes evasivas: muchos jóvenes responden con evasivas o mentiras muy claras cuando son cuestionados por sus actividades fuera del núcleo familiar.
- Cuando el joven está en lugares inadecuados: puede que un progenitor vea a su hijo en la calle cuando debiera estar en el instituto, por ejemplo.
- Por acoso escolar: sí, el bullying también es un caso por el que se puede contratar a un detective privado si se tienen sospechas y el colegio no se hace cargo.
- Por huellas físicas o mentales: si se observa que el niño ha podido recibir maltrato físico o psicológico.
- Cuando muestran conductas erráticas: puede que la conducta del niño sea errática, con silencios incómodos o constantes evasivas, lo que podría denotar algún tipo de consumo de sustancias perjudiciales.
- Cuando pasan muchas horas fuera de casa: más allá del colegio o las actividades extraescolares, podría ser que el niño pase mucho tiempo fuera de forma injustificada.
- Si se observan signos claros de trastorno emocional: se pueden observar a los jóvenes decaídos, incluso depresivos.
- En situación de embarazo no deseado: es relativamente común embarazos en adolescentes.
- Tras un accidente de tráfico: el joven podría estar inmerso en un mundillo agresivo y peligroso.
- Ante faltas de asistencia escolar: podría faltar a clase de forma reiterada y sin justificación alguna.
- Si manejan demasiado dinero: podría ser que los padres observen en sus hijos un tren de vida que no se corresponde con sus posibilidades económicas. Tal vez usen tarjetas de crédito no contratadas por los progenitores, se marchan de viaje o tienen demasiados gastos que no se podrían permitir de ninguna manera.
- Por adicciones tecnológicas: cuando el niño hace mal uso de internet hasta provocar adicción.
Estas son 13 claves por las que encargar un seguimiento de los hijos, pero no las únicas por las que los padres podrían necesitar la intervención de un detective privado profesional. Tal vez los niños frecuentan la noche, roban medicinas, van con pandillas delictivas, han sido captados por una secta, cambian sus hábitos alimenticios de forma drástica… Sea cual sea la sospecha, podemos ayudarte. Clica aquí y contáctanos.